Fantasía con sorpresa

Llevaba mucho tiempo diciéndole a mi esposa la fantasía que me volvía loco y quisiera que hiciese, era la de verla con otro hombre, a ser posible negro y ella siempre me respondía con evasivas, diciéndome que no estaba en mis cabales y bla bla bla, aunque yo sospechaba que la idea le ponía, gustaba y en el fondo deseaba.
Y por fin, el otro día, me dice en un susurro, que lo mismo se me cumplía mi sueño (que cachonda pensé y el suyo), si no me parecía mal y no me había echado para atrás. Yo por supuesto acepte con un si rotundo, diciéndole lo mucho que lo deseaba. Cuando le pregunte si quería que se lo arreglase, buscando a alguien, ella se limitó a decir que ya tenía al semental que la iba a montar, sin darme ninguna explicación de cuando sería, ni con quien, yo tampoco insistí y lo deje caer por su propio peso, eso sí berraco perdido pensado en ello.
Hasta que el pasado viernes comiendo me dijo que sería esa noche, que iría a la peluquería como habitualmente hacía, que me encargará de la cena y preparara la casa para la ocasión, que lo dejaba en mis manos.
La tarde discurrió entre preparativos para cenar, ver si teníamos bebidas, colocar la mesa con velas y adecentar el salón, donde muchas veces me imaginé las ansiadas imágenes de mi wife con un semental negro, que decir que estuve empalmado casi toda la tarde y me tuve que aliviar una vez y no lo hice más para no agotarme y poder estar en pleno rendimiento.
Cuando ella llego de la peluquería, arreglada y depilada para la ocasión, dijo que tomaría una ducha y se vestiría lo más sexy posible, que si tenía algún deseo en cuanto a cómo vestirse, le dije que lo dejaba a su elección, pero que si quería algo corto, que luciera sus espléndidas piernas recientemente bronceadas en las recientes vacaciones.
Cuando subí a la habitación a vestirme ella estaba ya casi lista, llevaba un vestido rojo con una minifalda de escandalo (de las que cuando te sientas se ve todo) y un escote generoso que dejaba vislumbrar sus enormes pechos. Yo me vestí informa para andar por casa, en tonos blancos.
Bajamos a esperar y aunque no pregunte sobre quien llegaría, ella no parecía dispuesta a darme pistas o decirme algo al respecto. Por fin sonó el interfono de la calle, ella se levantó saludo y abrió la puerta de la calle, diciéndome que abriese yo cuando llamaran a la puerta de casa.
Así lo hice y al abrir la puerta mi sorpresa fue mayúscula, allí estaba el peluquero de mi mujer, todo arregladito para la ocasión, yo no salía de mi asombro, ya que Adrian era declaradamente gay, no lo disimulaba y alguna vez lo vimos con su pareja. Me había roto los esquemas por completo, no sabía lo que podía ocurrir allí.
Le invite a pasar y fuimos al salón, donde todo se desarrolló de la forma más normal en cuanto a recibir una visita, cenar y la velada, la verdad es que lo pasamos muy bien Adri, es muy divertido y nos reímos mucho, a mi hasta se me había olvidado lo que en un principio pensé sería la realización de mi fantasía sexual con respecto a mi mujer.
Fue entonces cuando mi mujer saco el tema por lo que estábamos allí, que todos conocíamos, ahí fue cuando vi que Adri estaba al corriente de lo que tanto anhelaba, pero a mi algo no me cuadraba, yo seguía viéndolo como el peluquero gay y no veía como se podía cumplir mis sueños.
Mi mujer que hasta ese momento había estado en el tresillo junto a mí, enseñando piernas y pechos (iba sin sostén) incluso vislumbramos un tanga también rojo, cada vez que se levantaba o sentaba. Se fue al tresillo lateral donde estaba Adri y pasándole el brazo por el cuello le atrajo para darle un sensual beso con lengua, al que el respondió apasionadamente.
Fue ella la que bajo su mano libre hasta la bragueta y bajándola empezó a frotar con ganas, yo no sabía que podía pasar, al fin de cuentas era gay. Le mando poner de pie y desabrochando el cinto dejo caer el pantalón, yo le veía de espaldas y llevaba una tanga, cuyo hilo se metía entre sus nalgas perdiéndose, hasta que mi mujer se la bajo. Él se giro un poco y pude ver una polla de las que muchos estarían deseosos de tener, su polla de tamaño considerable, más grande que la media, estaba empezando a levantarse, fue entonces cuando mi mujer se la llevo a sus labio y empezó a hacerle una felación como ella sabe, poniéndosele la polla a tono, y si era grande, me cuesta decirlo, pero yo que presumo de buen rabo me quedaba más chico que él, estaba muy bien dotado.
En tanto mi mujer se la comía, Adri se quitó la ropa, eso sí, me miraba de vez en cuando con recelo, como buscando que no ponía ningún reparo a lo que allí se estaba desarrollado, yo en una de esas miradas le hice señas para que quitase a mi esposa Ana su minúsculo vestido, cosa que hizo lentamente con delicadeza. Ahora los tenía frente a mi Adri en bolas, con la polla como un mástil entrando y salido de la boca de Ana, y está en tanga de rodillas haciendo una felación de campeonato, con unas ganas y dedicación total.
En ese momento fue Adri quien tomó el control y colocando a Ana tumbada le quito la tanga y le empezó a comer el coño, cosa que a ella la vuelve loca, y por lo que se veía se lo estaba haciendo un auténtico maestro, a mí la escena me estaba poniendo de lo más cachondo y sacándome la polla empecé a menearla.
Tras un rato de apasionada felación por parte de Adri y gemidos por parte de Ana, creo ella alcanzo su primer orgasmo, tiene verdadera habilidad para alcanzarlos siempre que se la trabaje como a ella le gusta. Adri se preparaba para montarla, fue cuando me volvió a mirar buscando mi aprobación, pero al verme con la polla en la mano, para arriba y para abajo, lo dio por consentido.
Al estar Ana lubricada, tanto por sus fluidos como por felación de Adri, no tuvo problema alguno, y la tremenda polla entro sin ningún reparo y rápidamente. No podía creerlo, algo que al principio de la noche se me hacía imposible, se me estaba logrando, otro “macho” me estaba montando a mi hembra, me estaba gustando y disfrutando de ello, mi fantasía se había cumplido, quien me lo iba a decir cuando abrí la puerta.
Estaban en ello, dale que te dale, cuando Ana se dirigió a mí, que ya estaba en bolas y me masturbaba suavemente ante semejante espectáculo, me pidió que me pusiese detrás de Adri, yo estaba tan excitado que hice lo que me pedía, una vez que estaba allí me hizo un gesto para que me tirara a Adri, mi primer impulso fue retirarme, pero la excitación, el vengarme del semental que estaba montando a mi Ana, me hizo me pegase a su culo, Adri que se percató del momento me pregunto si teníamos lubricante, a lo que respondí que sí, lo había puesto sobre una mesita lateral , lo cogí y volví, Adri sin parar de bombear Ana, lo tomo se puso una generosa cantidad en su orificio y otra sobre mi excitada polla, no me podía creer lo que estaba pasando.
Paro un poco el ritmo de bombeo y me pidió le penetrase, era mi primera vez y no sabía cómo hacerlo, pero con la maestría de Adri, pronto estuve dentro de él, yo bombeándole y el bombeado a Ana, en una sincronización perfecta. Ana fue la primera en alcanzar su orgasmo, la seguí yo que estaba excitadísimo, derramando todo mi semen dentro de Adri, que llego en un pis pas a su orgasmo descargando en el interior de Ana. Nos quedamos un rato en esa posición yo dentro de Adri y este dentro de Ana. Hasta que primero la saque yo y vi como algunas gotas salía del culo de Adri, luego salió el de Ana y la imagen, no se me olvidará nunca como algo de semen salía por los pliegues de los labios de Ana, me excite como nunca con la imagen, Ana tumbada abriendo las piernas me pidió que la comiera, yo sin pensarlo me puse entre sus piernas y me dispuse a no dejar ni gota del semen que había depositado Adri, cuando estaba en plena faena note que Adri iba a hacer lo mismo con mi polla, me deje y que bien lo hacia el mariconazo, se notaba que tenía práctica, así en esta posición yo comiendo el coño a Ana y Adri comiéndome la polla estuvimos un rato, tanto que me la puso para funcionar de nuevo.
La velada continuo, entre copas, charlas y risas, Ana y yo seguíamos en bolas, Adri se había vuelto a poner su tanga que le quedaba espectacular pero que no tapaba parte de su miembro. Cuando ya llevábamos unas horas y estábamos en las primeras horas del día siguiente, y parecía que la fiesta llegaba a su fin, Adri tomo la iniciativa y empezó a acariciar a Ana, que le respondió de inmediato, mientras se comían el uno al otro yo ya estaba de nuevo preparado, masajeando suavemente mi polla, fue cuando él me dijo la tienes a punto, móntala que es toda tuya, cosa que hice de inmediato, la puse en posición perrito mientras yo estaba dale que te pego, Ana le empezó a comer la polla, que rápidamente se puso a pleno rendimiento. Fue entonces cuando Ana me guiño el ojo, pidiéndole a Adri que me diera por culo, en un principio me negué y asuste, semejante verga no entraría por mi virgen y pequeño orificio, pero Adri me dijo no temas te preparare y seguro que gozas, yo seguía bombeando mientras él con suaves movimientos de sus dedos y lubricante me iba dilatando, antes de que me diera cuenta ya metía algunos dedos en mi abertura, me estaba gustando fue entonces cuando puso su miembro y con la habilidad de la experiencia metió su polla, la entrada fue extraña, entre dolorosa y placentera, pero una vez dentro su miembro entraba y salía con suma facilidad y mucho placer para mí, no tarde mucho en correrme, pero quede dentro de Ana, inmovilizado por el placer que sentía, Ana se ayudó de sus dedos para llegar al orgasmo, hasta que note que Adri, se derramaba sobre mí, mi idea fue devolverle el favor de antes y limpiarle la polla, pero el me dijo, la próxima ve que lo hiciéramos tenia que hacerme un enema y entonces sí. La verdad eso no estaba previsto y me azore un poco, pero Adri me atrajo hacia el y me dio un beso largo con lengua.
Obviamente la velada había llegado a su fin, se había cumplido mi fantasía de la forma que nunca imagine y encima había sentido nuevas sensaciones que me habían gustado, pero las sorpresas no acababan ahí, Ana tomando la palabra dijo, bueno ya se ha cumplido lo que tanto deseabas, pero queremos contarte algo, yo viendo como se había desarrollado todo me esperaba cualquier cosa, pero nunca lo que a continuación paso.
Agarrándose ambos de la mano mi mujer confeso que tenia relaciones con Adri de forma esporádica desde hacia ya dos años y medio, yo me debí de quedar con cara de tonto, joder como no me lo imagine y ella haciéndose la tonta, pero que a partir ahora estas serían a tres bandas, para que yo las viera y disfrutara. Fue cuando asentí y abrazándoles a los dos les dije que era el cornudo más feliz del mundo y que había aumentado con creces mi fantasía abriéndome nuevas vías de disfrute. Se abría una nueva relación con mi pareja, Adri y me sentía dichoso y afortunado