adporn.net
MANUAL PARA LA INICIACIÓN EN LA PRÁC

MANUAL PARA LA INICIACIÓN EN LA PRÁC

MANUAL PARA LA INICIACIÓN EN LA PRÁCTICA SEXUAL ENTRE HOMBRES


EL ANO

Muchos hombres rechazan la posibilidad de experimentar el placer por medio
del ano, es un prejuicio pensar que sólo las mujeres pueden ser penetradas,
eso es subestimar tu potencial sexual.

¡LIBÉRATE Y APRENDE A DISFRUTAR DEL SEXO!

Para empezar, el ano no sólo es una vía para evacuar el intestino, sino
también un órgano sexual (al igual que el pene tiene funciones sexuales y
de eliminación). Es muy sensible porque está lleno de terminaciones
nerviosas y, además, está cerca de la próstata, cuya estimulación es muy
placentera. La próstata es el equivalente masculino del «punto G». Se
puede acceder a ella desde el interior del recto con los dedos o el pene.
Al ser estimulada, puede causar intenso placer y extrema excitación.

Uno de los temores más frecuentes es la presencia de excremento, esto puede
frustrar el acto sexual de manera desagradable pero el rastro de excremento
puede limpiarse si se toma la precaución de aplicar un enema antes de tener
relaciones.

Las personas que están comenzando a experimentar con sexo anal pueden tener
el temor de que un pene grande pueda causar un desgarramiento. En realidad,
una lubricación y un relajamiento adecuados evitan la posibilidad de dolor
y daño físico. Asimismo, a muchos les preocupa que el ser penetrados con
frecuencía les haga perder el control muscular del ano. No hay conclusiones
acerca de este tema, pero lo más probable es que muchos de estos temores sean
infundados y más bien escondan sentimientos de culpa.


EL PENE

El pene varía significativamente de persona a persona en cuanto a longitud,
ancho y forma. Algunos son rectos cuando están erectos. Otros son curvados
hacia arriba o hacia un lado. Ciertos penes pueden parecer pequeños cuando
están flácidos, pero se vuelven sorprendentemente grandes con la erección.
Al revés, algunos penes que son largos cuando están flácidos se hacen sólo
un poco más grandes cuando se ponen rígidos.

Definitivamente se le da demasiada importancia al tamaño. Si piensas que
tu pene no es suficientemente grande, hay otros aspectos que debes tomar
en cuenta. Por ejemplo, tu compañero puede sentirse aliviado de que tu
pene no sea tan grande. En una relación, si te sientes satisfecho con el
pene de tu compañero, es bueno que se lo digas. Esto contribuirá a que se
sienta más seguro.


LA PENETRACIÓN ANAL -- PREPARACIÓN

Para ser penetrado y disfrutarlo, es necesario que superes tus prejuicios
sobre el ano. La mejor preparación para la penetración es explorar el ano
y perder el miedo a las nuevas sensaciones.

Lavate el ano incluyendo algo de la parte interior con mucha agua y jabón,
asegúrate de enjuagar bien el jabón. Pon bastante lubricante o vaselina en
el dedo índice y juega con él en la parte exterior del ano y comienza a
introducirlo en tu ano con lentos movimientos circulares, a medida que te
sientas cada vez más relajado, aplica más lubricante y mete tu dedo más
adentro.

A estas alturas, sentirás la presión de los músculos del ano (el esfínter)
ajustando tu dedo, son éstos los que se han de relajar para ser penetrado sin
dolor, trata de contraerlos voluntariamente, te sorprenderá sentir en tu dedo
lo fuertes que son, suéltalos, contrae y relaja estos músculos varias veces,
hasta que sientas que el ano se ha comenzado a dilatar.

Ahora introduce tu dedo más adentro. Si no te sientes suficientemente dilatado,
no intentes hacerlo bruscamente. Tómate tu tiempo, ya ocurrirá. Ten paciencia.

Una vez que tu dedo pasa del esfínter, entra al recto, que es un espacio más
amplio. Notarás el cambio en la textura. Mete y saca tu dedo unos 5 cm cada vez.
Si hasta ahora tenías miedo respecto de la penetración anal, te asombrará ver lo
fácil que resulta.

Saca tu dedo, respira hondo y relájate por unos minutos. Dite a ti mismo que lo
estás haciendo bien. Felicitarse a sí mismo puede parecer tonto, pero de hecho
es un buen apoyo psicológico. Si después del descanso insertas tu dedo otra vez,
notarás que entra más fácilmente. Sin embargo, no te apures.

Cuando hayas hecho varias sesiones exploratorias y tengas mayor confianza,
intenta con dos dedos. Si sientes que los músculos del esfínter se cierran,
regresa a los ejercicios de contracción y relajamiento. A estas alturas puedes
usar un consolador. Si la idea te atrae, ¡asegúrate que tenga un tamaño adecuado!

Hay otros dos ejercicios que te pueden ser útiles. Primero, si tienes un
compañero de sexo o una pareja, pídele que explore tu ano con sus dedos
siguiendo las indicaciones anteriores. El segundo ejercicio consiste en
masturbarte mientras te insertas uno o dos dedos en el ano. Mientras lo
haces, mueve tus dedos lentamente adentro y afuera.

ADVERTENCIA: El uso de dedos y consoladores brinda placer, y también es seguro. Nunca
introduzcas otra cosa en tu ano. Jamás uses botellas de plástico o vidrio,
vegetales u otros objetos exóticos. Algunos de ellos se te pueden escapar,
y perderse en tus intestinos y podrías necesitar un médico para retirarlos.

Algunos prefieren hacer «ejercicios» en una tina llena de agua caliente,
porque eso ayuda mucho al relajamiento. El baño es un lugar bastante
privado para quien aún vive con la familia. Además, puedes querer invitar
a alguien a la tina para realizar estos ejercicios contigo. La sesión
puede terminar siendo instructiva y divertida.

Es esencial seguir estas recomendaciones sobre lubricación, relajamiento y
dilatación cuando decidas tener relaciones sexuales con alguien.


LA PRIMERA VEZ

Es recomendable para tu mayor comodidad que, para ser penetrado, te
limpies antes con un enema. Además, hay que tener varios condones a la
mano. No bebas mucho alcohol ni uses drogas, porque pueden interferir
con tu buen juicio acerca de los cuidados necesarios.

Escoge un lubricante soluble en agua. Toma en cuenta las recomendaciones
de lubricación, relajamiento y dilatación de la sección anterior y lubrica el
exterior del condón de tu compañero. También puedes querer usar lubricante
para masturbarte mientras eres penetrado. Hay dos buenas posiciones con
las cuales comenzar:

1. Ambos recostados de lado, tú dándole la espalda a tu compañero. Esta
posición es cómoda para los dos, no requiere de «malabares», y permite a
ambos controlar los movimientos.

2. Tú encima de tu compañero. En esta posición, puedes mirar a tu
compañero (que está boca arriba) y sentarte lentamente sobre su pene,
apuntando bien. La ventaja es que te da control total sobre la rapidez con
la que te penetra tu compañero. La desventaja es que requiere algo de
equilibrio hasta que logres sentarte completamente.

Recuerda que el ano del hombre promedio puede alojar un pene bastante
grande sin mucha dificultad, pero podría ser que cuando su pene esté
adentro aproximadamente un tercio del camino, sientas algo de dolor.
Retírate suavemente y descansa antes de volver a intentarlo. La pausa dará
tiempo al esfínter para dilatarse más. En el segundo intento todo deberá
ir bien, y podrás ser capaz de alojar todo el pene de tu compañero.
Te resultará sorprendente ver cuán fácilmente entra. Si no ocurre así,
simplemente repite el proceso, tratando de relajarte.

Las primeras veces que seas penetrado podrías tener la sensación incómoda
de estar a punto de defecar. Sólo después de varias experiencias aprenderás
a diferenciar ambas cosas.

Además, hay otros dos tipos de sensaciones que puedes experimentar al ser
penetrado, y que debes ser capaz de diferenciar. Una de ellas es similar a la
que puedes sentir al presionar cualquier parte de tu cuerpo con un dedo.
El ingreso del pene en el ano produce una sensación de «presión» parecida,
lo cual por supuesto es normal. El segundo tipo, al cual debes prestar especial
atención se parece más a un pellizco, un hincón de aguja o un corte pequeño.
Esta sensación es más aguda y localizada, y puede significar que hay una
herida o que está a punto de producirse una.
Si la situación se repite en otras ocasiones, lo mejor es que consultes con un
médico, pues podría tratarse de una fisura (herida) o de hemorroides.


INICIANDO A UN PRIMERIZO

Supongamos que llegaste a la intimidad con alguien que te interesa desde
hace buen tiempo. Ambos están desvestidos, y él te dice que nunca ha sido
penetrado antes, pero quiere aprender. Tu reacción es crucial. ¿Quieres
asumir a un novato? Podrías no estar interesado o, por otro lado, podrías
sentirte halagado. Si no estás dispuesto a tomarte el tiempo para hacerlo
bien, mejor no lo hagas. Iniciar a un novato es algo que debe ser hecho
con paciencia y cuidado.

En caso de asumir el reto, debes enseñarle a relajarse, y guiarlo con
instrucciones claras. Asegúrale que lo está haciendo bien, y nunca te
apures. Cuando la gente se encuentra nerviosa, no se da cuenta de lo
rígido que se pone su cuerpo. Dile dónde lo sientes tenso. Frota esos
puntos, masajéalos un poco. No tienes que ser un profesional para ayudarlo
a sentirse bien y relajado.

Introduce suavemente un dedo lubricado en su ano. Cuando se sienta cómodo
introduce dos, pero no muy rápido. Una vez que tengas ambos dedos en su
ano, mastúrbalo con tu otra mano. El placer de la masturbación, conocido
por él, es ahora relacionado con la nueva sensación anal. Podrías masturbarlo
o chupar su pene casi hasta el punto de hacerlo llegar al orgasmo. Podrías
pedirle que él haga lo mismo contigo, cambiando turnos para masturbarse y
succionarse el uno al otro, hasta que él esté cómodo y excitado.

Ahora estás listo para penetrarlo. Es momento de pensar en el condón.
Recuerda tenerlo a mano. Digamos que él está boca arriba con las piernas
apoyadas sobre tus hombros. Mientras masajeas su pene con una mano
explora su ano con los dedos de la otra, y luego con tu glande, es decir, la
cabeza del pene. Pregúntale cómo se siente, cuando veas que está excitado,
introduce tu glande, pero no totalmente. Deja que él se acostumbre a la
sensación antes de continuar.

La primera penetración debe ser lenta y suave. Es fundamental no
penetrarlo de golpe. No trates de forzar el camino. Si él se tensa, retira
tu pene y usa tus dedos lubricados para masajear su ano otra vez. Si
comienza a ponerse nervioso, detén lo que estás haciendo, y si estás
dentro de él, pregúntale si quiere que saques tu pene. Dilo en forma
calmada. Empieza a retirar poco a poco. Recuerda que su cuerpo está
siendo invadido: deja que él te guíe. La mayor parte de las veces, el
hecho de saber que puede confiar en ti será suficiente para relajarlo.

Hazle saber lo que estás sintiendo, cuán excitante es estar dentro de él,
y lo mucho que te gusta. Continúa masturbándolo, pero no al punto del
orgasmo. Consigue que él diga lo que siente, pregúntaselo repetidas veces,
eso lo ayudará a sentir más placer.

Penetra lenta y suavemente. A ratos deja que él inicie el movimiento.
Varía la posición hasta que tu pene masajee su próstata, lo cual le
asegurará un gran placer. Finalmente, después de que ambos lleguen,
bésalo, abrázalo y dile lo bien que se sintió estar dentro de él.


POSICIONES -- ESTILO "PERRITO" («doggie style»)

En el estilo «perrito», el que va a ser penetrado se arrodilla y se apoya
en sus manos o codos, y su compañero lo penetra por atrás. El estilo
«perrito» le permite a éste hacer movimientos pélvicos con la mayor
rapidez posible. Por otro lado, debido al ángulo, para muchos es la mejor
posición para realizar una penetración profunda.

Es también una posición muy sensual. El que penetra puede ver su pene
entrando y saliendo del ano de su compañero, y tiene una vista completa de
sus nalgas. Su mirada puede recorrer la espalda de su compañero y
contemplar sus hombros y tríceps en tensión. También puede rodear con sus
brazos la cintura o el pecho de su compañero, y mordisquear su nuca o su
oreja. Además, el que es penetrado puede presionar hacia atrás contra el
pene de su compañero, masturbarse, o dejarse caer para tenderse sobre su
vientre.

Variaciones: Ambos parados, el que es penetrado apoyado sobre una mesa o
el borde la cama.


CARA A CARA («face to face»)

En este estilo, el que va a ser penetrado está recostado sobre su espalda,
y levanta las piernas para apoyarlas en los hombros de su compañero, que
está frente a él (esta posición básica es conocida como «piernas al
hombro»). Así, pueden besarse y regocijarse vertiendo sus expresiones de
placer. También es recomendable colocar una almohada debajo de la pelvis
del que va a ser penetrado para acomodar el ángulo de penetración.

Para algunos, esta posición es la que permite la penetración más profunda.
A otros les desagrada ser penetrados así porque sienten que están en una
situación demasiado «pasiva» o «femenina», mientras para otros la
pasividad es un estimulante. Algunos objetan la penetración cara a cara
por razones más prácticas: sus piernas se acalambran. Si el acto sexual se
prolonga, puede ser agotador tener las piernas levantadas mucho tiempo.

Mientras esta posición puede ser la más excitante, personas de diferentes
tamaños, formas y pesos pueden encontrar problemas con frecuencia. Pero
con un poco de paciencia y ganas, ningún problema es insuperable. Uno
puede estar realmente ansioso por hacerlo, pero hay que calmarse y tomar
en consideración la comodidad del compañero. Así, ambos lo disfrutarán más.

Se recomienda que, cuando el que está siendo penetrado controle su grado
de excitación (sobre todo si se está masturbando) a fin de llegar a la
eyaculación junto con su compañero.

Si el pasivo comienza a experimentar m*****ias en sus piernas o espalda,
no debe intentar aguantar, sino decirle a su compañero que quiere
descansar o intentar otra cosa.

Variaciones: Una vez conseguida la penetración ambos pueden recostarse de lado
también, el que penetra puede apoyar un pie en el piso al lado de
la cama. Otra posición consiste en sujetarle las piernas a tu
compañero estiradas contra su pecho, o abrírselas sujetándolas por
los tobillos.


SENTADO ENCIMA («sit on it»)

El que es penetrado se sienta sobre el pene de su compañero. Así mantiene
el control, lo que le puede dar mayor seguridad si está aprendiendo a ser
penetrado: puede determinar la profundidad, velocidad y fuerza de la
penetración. Esta posición reduce la ansiedad de alguien que asocia la
penetración con pasividad incómoda. Asimismo, los más experimentados
tienen un buen control de sus músculos rectales, y pueden aflojar y tensarlos
a voluntad hasta lograr que su compañero esté listo para eyacular.

Para el que penetra, esta posición es relajante y a la vez altamente excitante.
Puede echarse y dedicarse a mirar a su compañero. Puede ver su pene
deslizándose afuera y dentro de sus nalgas. O puede asumir un papel más
activo, excitando a su amante, masturbándolo, o incluso inclinándose
adelante para chupar su pene.

Variaciones: Puede hacerse sobre una mesa o incluso en una silla grande. Con cierta
agilidad, se puede girar sobre el pene del compañero y llegar a echarse
boca arriba si se desea.


POSICIÓN «69»

Llamado así por el parecido de dos hombres recostados de lado, succionándose el pene
uno al otro, con la figura del número 69. Si alguien te lo está succionando, como
resultado de tu propia excitación puedes desear atender con más interés el pene de tu
compañero. A su vez, él responderá con más vigor, incrementando tu excitación. Hay total
reciprocidad, y el resultado puede ser verdaderamente tremendo, cuando ambos alcanzan el
orgasmo simultáneamente.

Algo de lo que la mayoría de gente se queja es de cuán difícil es concentrarse
en succionar y ser succionado, ya que ambos placeres son ofrecidos
simultáneamente. Para otros, este es precisamente el atractivo del «69».

El «69» es también una manera simple de mostrar a alguien cuyo pene estás
succionando, que quieres ser succionado. Si él es joven e inexperto, está
temeroso o se siente nervioso, puedes usar esta pose para acercarle tu
pene sin forzarlo a nada que no se sienta listo a hacer. Al no verte
directamente a la cara, le dejas libertad para decidirse a chuparte el
pene, sin la sensación de sentirse observado. Muchos admiten que el «69»
fue la posición con la que se iniciaron en el contacto sexual recíproco.

Variaciones: Con uno de los dos recostado boca abajo, el compañero se coloca encima
apoyado sobre sus rodillas y sus manos o codos. Una posición que exige
más fuerza física consiste en que uno se pare y sostenga a su compañero
cabeza abajo.


DE COSTADO («sideways»)

Ambos recostados de lado, uno dando la espalda al otro. El que está ubicado atrás lubrica
un dedo y abre el ano de su compañero con paciencia y suavidad. Esta es una posición muy
cómoda y tranquila para la penetración. Cuando los músculos están totalmente relajados, él
empuja lentamente su pene adentro. Es una de las posiciones más fáciles para que el novato
sea penetrado, la penetración no es tan profunda como en otras, y no está tan inmóvil como
cuando se echa boca abajo. Inclusive su pene es accesible. De hecho, el que penetra puede
fácilmente rodear con sus brazos a su compañero, masturbarlo y acariciarlo.


LA SUCCIÓN («blow job»)

Esta práctica —conocida como «blow job»— aparte de tener una función de
precalentamiento, puede convertirse en un acto sexual completo, con
orgasmo incluido. El «blow job» es el método preferido para encuentros
rápidos («quickies»), o cuando existe el temor a ser sorprendidos. Produce
placer tanto para el que succiona como para el que es succionado. Contra
lo que se afirma a veces prejuiciosamente, experimentar el control
completo sobre el cuerpo y el placer del otro que te da un «blow job»,
dista mucho de ser una experiencia decepcionante o «pasiva».

Sin embargo, es necesario tener en cuenta los detalles «técnicos». Recorre
todo el pene, desde la base hasta el glande, con la lengua húmeda antes de
metértelo a la boca. Para causarle mayor placer, lame su glande —que suele
ser la parte más sensible— con la punta de la lengua, siempre húmeda.
Presta especial atención a la región alrededor del orificio urinario
(uretra) y con la parte baja del pene. Para algunos, esas son las zonas
más sensibles a este tratamiento.

Una vez que tienes su pene en tu boca, juega con él dándole besos y
mordisqueándolo suavemente. Succiona el aire mientras extraes el pene y lo
lames, ajustando los labios ligeramente para crear fricción. Al introducirlo
nuevamente, asegúrate de abrir bien la boca y evita rozarlo con los dientes.
Trata de mantener la mayor cantidad de saliva posible para lubricarlo.
Mientras más adentro logres introducir el pene, el efecto sobre tu compañero
será mayor. Con esto lograrás también producir una mayor cantidad de saliva.

Sin embargo, si no tienes experiencia, es posible que no puedas soportar
el pene de tu compañero sin atragantarte. Trata de relajar los músculos de
la garganta.

No olvides los testículos. A muchos les agrada que se los acaricien, laman
y succionen. De cualquier manera, debes saber usar bien los lados, la
punta y la sección plana de tu lengua. Ten cuidado, pues esta zona es más
sensible en algunas personas.

Puede ser que a tu compañero le guste que le introduzcas un dedo o dos con
lubricante en el ano mientras le haces un «blow job». Sentirás cómo su
esfínter se contrae cuando llega al orgasmo. Otros hombres prefieren que
les acaricien el vientre, las tetillas, los brazos o las piernas.

Es necesario recordar que las normas de sexo seguro recomiendan el uso de
un condón cuando se practique esta modalidad.


LAS CARICIAS

He aquí un buen ejercicio para realizar con tu pareja. Ambos pueden tomar
una ducha, y desconectarse mentalmente del estudio, el trabajo u otras
actividades. Tu objetivo será acariciar suavemente cada centímetro
cuadrado de la piel de tu compañero. Haz que se desnude y se coloque boca
abajo en la cama. Comienza por la cabeza y recorre todo su cuerpo hasta
llegar a sus pies, o bien al revés. Si prefieres comenzar por los pies, acaricia
cada dedo, la planta y los costados, y luego asciende lentamente.

Usa tu imaginación. Juega con su cabello, y pellizca ligeramente su piel, si él
y tú lo disfrutan. Usa la lengua y los labios, pero no para provocarle un orgasmo,
porque de lo contrario el ejercicio se interrumpirá. Detente en cada lugar
interesante o en donde sientas una reacción, como el ombligo, las tetillas o los
lóbulos de las orejas. Cada persona tiene sus propios puntos sensibles.

Encuéntralos, tócalos, lámelos, succiónalos. Por momentos puedes lamer y
tocar al mismo tiempo, cuando hayas terminado con el frente, pídele que se
coloque boca abajo, presta particular atención a sus nalgas apártalas y juega
con su ano, pero sin llegar al «beso negro».

Tómate tu tiempo. Cuando hayas terminado, invítalo a recostarse junto a ti
para tocarse mutuamente. Uno de los dos puede necesitar ser abrazado.
Algunas parejas hacen el acto sexual después del ejercicio, y otras lo
evitan. Lo importante es hacer lo que ambos deseen.


LA RELAJACIÓN

Muchas veces la gente se pone nerviosa cuando tiene relaciones sexuales.
No te preocupes, esto no es raro. Si te ocurre, tómate un tiempo para
relajarte. No temas ofender a tu compañero. Más bien díselo, él también
podría querer tomarse un descanso.

Una técnica de relajamiento es, curiosamente, tensar grupos de músculos
deliberadamente. Comienza con tus manos. Cierra los puños y luego ábrelos,
a la vez que te concentras en relajarte. Luego, tensa tus brazos y
relájalos. Concéntrate en la tensión de tu cuello y vientre. Durante todos
tus ejercicios respira profundamente. Los psicólogos llaman a esto
relajamiento progresivo. Otra técnica es recordar un episodio totalmente
relajante, quizás de tu pasado, o también inventado.

Podrías pedir a tu compañero que te ayude. Recuéstate muy calmado,
tratando de relajar tu cuerpo lo más que puedas. Imagina que eres tan
pesado que te hundirás a través de la cama, o afloja tus músculos como si
fueras un muñeco de trapo. Luego tu compañero deberá alzarte una mano
(o un pie) y dejarlo caer luego. También puedes echarte hacia atrás,
concentrarte en respirar hondo, y pedirle a tu compañero que te masajee
mientras inhalas y exhalas. Cada vez deberás poder inhalar más fácil y
profundamente.

Una vez que estés totalmente relajado, podrás tener sexo con mayor
facilidad. Sin embargo, si durante el curso de la actividad sexual vuelves
a estar nervioso, no tengas miedo de detenerte para otro descanso.
Igualmente, si notas que tu compañero está tenso, sugiérele parar la
actividad. Tómense su tiempo para relajarse: ninguno de los dos debe estar
tenso mientras hacen el amor.


EL BESO NEGRO («rimming»)

El «beso negro» consiste en lamer y succionar el ano del compañero,
llegando a meter la lengua. Desafortunadamente, presenta el riesgo de
contagio de varias enfermedades serias, como hepatitis A, amebiasis
(y otras enfermedades relacionadas con parásitos) y enfermedades venéreas
como sífilis y gonorrea.

No hay evidencia de que la práctica del «beso negro» cause la transmisión
del VIH/SIDA (virus del SIDA), pero los médicos no descartan esta posibilidad.
Por lo tanto, el «beso negro» está considerado definitivamente en contra de lo
que recomiendan las normas de sexo seguro, se puede intentar solamente si
se está absolutamente seguro de las condiciones de salud del compañero a
través de análisis médicos y de laboratorio.


PRESERVATIVOS Y CONDONES

Un condón es una pequeña bolsa alargada, hecha de látex, sumamente
delgada y flexible, con un extremo cerrado y ligeramente extendido en forma
de receptáculo para el semen. Los condones son usados durante la penetración
anal, la succión y otros actos en los que puede haber eyaculación. Son el
medio más seguro y efectivo para evitar el contagio de enfermedades.

Los condones se venden enrollados en envolturas selladas, y vienen en
diferentes tamaños. El látex es más impermeable que otros materiales a las
bacterias y los virus. Vienen prelubricados, y algunos contienen espermicida
nonoxynol-9 con fines anticonceptivos y como prevención contra el SIDA,
cuyo virus es portado en el esperma.

Recientemente se ha descubierto que el nonoxynol-9 (N-9) irrita las
paredes interiores del ano, aumentando el riesgo de contagio en caso de
romperse el condón (cosa que no suele ocurrir).

Al comprar condones, es recomendable leer la información del envase.
Compra condones que tengan fecha de vencimiento, y sólo en farmacias y
supermercados. Antes de abrir la envoltura, asegúrate que esté
completamente sellada y en buenas condiciones. Verifica que el condón no
haya perdido su lubricación, ni esté rasgado o perforado. Si tienes alguna
duda, no lo uses, bótalo.

Coloca el condón sobre el glande, y desenróllalo lentamente hasta que
cubra todo el pene. Asegúrate que no quede aire en el interior,
presionando la punta del condón al desenrollarlo. El condón debe ajustarse
al pene, pero no demasiado. Los condones pueden enrollarse con el vello
púbico, así que es aconsejable colocarlo lentamente y con cuidado.
Terminada la penetración, retira el pene despacio, agarrando firmemente la
base del condón para evitar derramar el semen. Si perdiste la erección antes
de eyacular, y deseas intentarlo de nuevo, retira el condón y colócate otro.

Una penetración muy enérgica aumenta la posibilidad de que el condón se
rompa, sobre todo si quedó alguna burbuja de aire al interior cuando te lo
colocaste, así que no pienses en economizar comprando condones baratos.

¡Los condones deben ser usados una sola vez! Por eso, siempre ten varios
condones a la mano.

Aquéllos que afirman que usar condón «le quita la gracia» al sexo,
obviamente no han intentado hacer que su compañero se los coloque. Esto
puede resultar excitante si al mismo tiempo ambos se lubrican mutuamente y
hablan acerca de sus fantasía sexuales.

Si nunca has usado condón antes, y no estás seguro de cómo usarlo, practica
colocándote uno y masturbándote. Haz esto varias veces, hasta que sepas
colocártelo correctamente y quitártelo después de eyacular.


LUBRICANTES

Son esenciales para la penetración y frecuentemente son una gran ayuda para la
masturbación. Los más conocidos (Love-Lub, KY y Lubrix) pueden adquirirse en
cualquier farmacia. Son preferibles los lubricantes solubles en agua, por ser
fáciles de lavar del cuerpo y sábanas. El único incoveniente es que suelen
secarse muy rápido. En ese caso lo recomendable es aplicar algo de agua para que
recupere su viscosidad. Si termina de evaporarse, usa más.

No todo lo que parezca «crema» puede ser usado como lubricante anal. La vaselina,
la manteca, la mantequilla, las cremas humectantes, o los bronceadores no son
fácilmente lavables, y por lo tanto conservan gérmenes. Además, pueden deteriorar
los condones de látex.


HIGIENE

Mantener una higiene básica es esencial para asegurar relaciones sexuales placenteras
y sanas. Un cuerpo limpio emite olores característicos, que pueden ser excitantes.
Por el contrario, una mala higiene puede desalentar a tu compañero.

Una buena higiene incluye además de un buen baño previo en el que hayas tenido cuidado
de lavarte bien el pene, sobre todo si no estas circuncidado, y el ano. Además no
olvides que un detalle como la falta de higiene bucal puede resultar desagradable para
tu compañero.

La zona púbica emite olores más fuertes, los cuales pueden ser retenidos en el vello
púbico, por lo que algunos recomiendan recortarlo (o incluso depilarlo). Además, esto
da una mayor comodidad para la succión del pene. En general, se puede considerar el
recorte o eliminación de vello en otras partes del cuerpo, si ello aumenta el atractivo
o comodidad para el compañero, y además disminuye la posibilidad de adquirir parásitos
(como por ejemplo, ladillas).


CONSOLADORES «dildos»

Son artefactos que sirven para ser introducidos en el ano y que están diseñados
para eso. Algunos imitan la forma del pene, otros simplemente son juguetes para
la diversión personal o en pareja. Los hay de diferentes formas, tamaños, colores
y hasta sabores. Algunos son flexibles, otros rígidos, y también los hay con
mecanismos eléctricos de vibración, «vibradores». Son los instrumentos más seguros
para lograr la dilatación anal.


ENEMAS

Antes de tener relaciones sexuales, es obviamente necesario asegurar una
defecación completa, y proceder con un lavado profundo con agua y jabón.
Sin embargo, para personas con dificultades de evacuación o estreñimiento,
es muy recomendable el uso de enemas.

Todas las farmacias venden enemas descartables listos para ser usados
inmediatamente (Evacuol y Fleet, principalmente). Sin embargo, a pesar de
las ventajas de los enemas, la frecuencia de uso debe determinarse según la
necesidad personal. Usa tu criterio para saber cuándo usarlos. No vayas a
crear una dependencia psicológica innecesaria.


ENFERMEDADES DE TRANSMISIÓN SEXUAL -- -- -- VIH/SIDA

A pesar de que los hombres homosexuales han sufrido de enfermedades
venéreas por siglos, la profesión médica sólo las ha reconocido en los
gays en los últimos veinticinco años.

Todos debemos tener un conocimiento básico de las Enfermedades de
Transmisión Sexual (ETS), de manera que podamos reconocer los síntomas en
nosotros mismos y en nuestros compañeros sexuales. Es responsabilidad de
cada uno hacerse análisis, y solicitar tratamiento adecuado según el
diagnóstico.

Una primera categoría comprende las enfermedades venéreas, es decir,
aquéllas que afectan directamente los genitales. Las principales
enfermedades venéreas son la sífilis y la gonorrea. Otra categoría
comprende ETS que no afectan directamente los genitales, es decir,
ladillas, hepatitis, herpes, ameba parasitaria, prostatitis y uretritis,
sarna y verrugas venéreas.

Una categoría aparte la constituye el Virus de Inmunodeficiencia Humana
(VIH), que causa el Síndrome de Inmunodeficiencia Adquirida (SIDA). Desde
que comenzó a propagarse, este virus ha provocado hasta el momento la
muerte de miles de personas. Existe consenso entre las autoridades médicas
acerca de que es transmitido principalmente mediante los fluidos internos.
Se sabe que la concentración del virus es superior en la sangre y el semen.

Es necesario entender la diferencia entre estar contagiado con el VIH (es
decir, ser portador del virus en los fluidos del cuerpo) y tener los
síntomas de la enfermedad llamada SIDA (que produce la disminución de las
defensas del organismo ante cualquier otra enfermedad). Una persona puede
tener el virus y parecer completamente sana, mientras no haya desarrollado
el síndrome.
Published by john_kelly
9 years ago
Comments
4
Please or to post comments
john_kelly
to borges_y_alvarez : Hola, que tal Borges??, antes de nada, quiero pedirte disculpas por responder tu comentario tan tarde, es que ultimamente estoy bastante ocupado por trabajo y no suelo conectarme tan a menudo como lo hacía antes y dicho esto, quiero darte las gracias por tu tiempo, el dedicado a leer mis historias y por el comentario que has hecho. Un Abrazo desde España.
Reply Show original comment Hide
Felicitaciones John por este posteo, es muy completo e instructivo. Abrazos.
Reply
john_kelly
to Spaman66 : gracias, besos tb para ti
Reply Show original comment Hide
mm excelente articulo
de lo mejor que he leido en xhamster
besos
Reply